Desde los principios de las civilizaciones humanas (3000 a.C) ha existido el Árbol de la Vida y existen pruebas que lo avalan como bordados, pinturas, grabados, esculturas e impresos.
Este símbolo existe en todas las culturas del mundo y en cada una tiene un significado diferente. Abarca desde lo mágico, hasta lo religioso.
Siendo una de las representaciones más importantes en el mundo desde hace miles de años, se conoce que el significado del árbol de la vida es la representación de la esencia de la propia existencia, la cual transmite gran fuerza y positivismo.
A grandes rasgos, el Árbol de vida ilustra el ciclo de la vida. ¿Qué quiere decir? Las profundas raíces del árbol representan al nacimiento, mientras que el tronco que crece hacia el cielo refleja la vida que se ha llevado a cabo. Por último, las ramas que se bifurcan en muchas direcciones significa las decisiones de la vida, los caminos tomados.
Muchos a la hora de hablar del Árbol de la Vida lo ven como una representación del crecimiento espiritual como personal, las decisiones que llevaron al progreso y desarrollo de la persona como a la reencarnación.
Debido a que este símbolo surgió hace miles de años, cuenta con diferentes significados según la cultura y la mitología que se trate. Ya que para algunos representa el ciclo de la vida, para otros es el origen del todo, también puede ser visto como un símbolo de amor, esperanza y sabiduría mientras que en otra cultura es visto como la unión o conexión con el ser humano, con el entorno, los objetos e inclusos sus antepasados.
Totalmente relacionado con la vida y la existencia, este símbolo para algunos es un enigma, un misterio o algo sagrado.
El árbol de la vida simboliza la conexión con el entorno ya sea en el plano físico como en el espiritual. Se puede observar en las raíces (el origen) y en las ramas con la conexión con la gente como con el universo.
Representación de la sabiduría, el conocimiento y la conciencia de uno mismo y del entorno.
La prosperidad: Como todas las personas en la vida, de algo se empieza a crecer. La representación de una semilla que crece y establece fuertes raíces que harán que el árbol sea grande con muchos frutos y una buena vida.
La conexión: El árbol representa la conexión directa o indirecta con el entorno, con el mundo, por ello nunca se está solo.
Árbol genealógico: A Través de una semilla que se ramifica y crece constantemente se simboliza a la familia, a todas las generaciones.
Crecimiento propio: A medida que pasan los años las personas crecen, aprende, se desarrolla y se vuelven más fuerte a pesar de todas las adversidades que se crucen en el camino.
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