Los celtas paganos reverenciaban el sol como un símbolo extremadamente poderoso, asociado con la sanación, fertilidad y una fuente de vida. En los tiempos de la antigua Bretaña, donde el clima era duro y la supervivencia distaba de estar garantizada, su calor y luz era una fuente de inspiración.
El sol está más asociado con el calor y la medicina en la mitología celta.
Como el sol ayudó a gobernar el mundo natural, los celtas lo conectarían a un calendario anual. Las ruedas de sol celtas, piezas de joyas usadas o símbolos, tenían rayos marcando los solsticios y equinoccios.Como amuleto de energía, vitalidad, pasión para los celtas el símbolo de la energía, la vida y la pasión.
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