La Luna y el Sol son los dos astros con los que más familiarizados estamos, dado que siempre y cuando las condiciones meteorológicas lo permiten, podemos verlos cada día. Son muchas las leyendas que narran la historia de amor entre el Sol y la Luna, si bien con un contenido diferente, el mensaje es el mismo.

Por ello, de entre todas las leyendas que existen en torno a estos dos astros, hemos elegido la leyenda griega, por ser a nuestros ojos, la que mejor narra la historia:

“Cuenta la leyenda que dos jóvenes llamados Luna y Sol se enamoraron locamente el uno del otro. Afrodita, diosa de la belleza y del amor, sintió celos de que una pareja de mortales pudiera quererse de una forma tan intensa y bajó desde el Olimpo para demostrar que su romance no era verdadero.

Experta en el arte de la seducción, la diosa trató de conquistar al mancebo, pero éste la rechazó con vehemencia, por el amor que le profesaba a Luna.

Afrodita, furiosa por no haber sido capaz de conquistarle, mandó separar a los amantes para siempre.

Convirtió al joven en el astro que iluminaría el día y a la mujer en el que iluminaría la noche, por lo que nunca coincidirían en el firmamento. Estaba segura de que de este modo su amor se extinguiría.

Al ver que su enamoramiento sobrevivía al del tiempo y la distancia, Zeus intervino para que el Sol pudiera, al menos, rozar de nuevo el rostro de su amada. Así ocurre en los días de eclipse, cuando los dos amantes vuelven a fundirse en un sólo cuerpo, aunque sólo sea por un breve instante”.